Al levantarme he visto que el sol hoy no brillaba…
He encontrado apagada tu cara y sombrío tu semblante,
hoy no eres la misma, no, hoy no eres la de antes.
¿Quién ha osado cambiar tu rostro de azucenas
por una nube negra que oculta tus cadenas?
No pareces ni sombra de la que siempre fuiste,
primaveras y risas eran todos los días…
y, hoy tú ya no germinas al sol del mediodía.
¿Qué te pasa mi amor? ¿Hay alguien que me cuente,
qué me pueda contar quién ha osado apagar
el fulgor de tu risa y ocultar tu preciosa sonrisa?
¿Qué podría hacer yo que disipe esas sombras?…
Para que crezca en ti mi amor, un amor poderoso
qué te acoja en la noche deshaciendo las nieblas que te ahogan.
La oscura sombra de la sospecha nos oculta la luz…
¿Dime mujer hermosa, en qué lado estás tú?
Te espero con el ansia de volver a ver tu resplandor,
que la pena se marche batida por la brisa de las olas de plata
que llegan a tu orilla disolviendo el dolor.
Ya verás cómo escapan las sombras y surge la ilusión,
volverán tus sonrisas y aflorará el amor.
Te querré con locura, te amaré con pasión hasta que salga el sol.
Y, juntos oiremos…, el sincero latir de un solo corazón.
25 noviembre, 2019
Ana María Pantoja Blanco
Precioso poema, gracias por compartir.
Mil gracias, poeta.
Hermosa poesía de pasión y esperanza.
Simplemente, me encantó.