Reflexiones, de Rosa María Blanco

Relato

Cuando cae la tarde y nos entra el miedo a la inminente oscuridad que llega, nace el misterio de lo que acontece, no siempre lo sentimos, no siempre existe esa certeza, pero lo sepamos, seamos conscientes o no, llegará y nos traerá lo que desvelará nuestra incertidumbre si es que la tuvimos.

Y en sus sombras pasaremos las hojas del libro que leemos pegando la saliva de la lengua, avanzando por su sendero y descubriremos la historia que nos cuenta si es que leemos con los ojos abiertos y con el alma anhelante.

Si es un libro de poemas, nos tocará el corazón casi siempre, la nostalgia si hay recuerdo, la melancolía si hay falta, y alimentará la despensa de nuestros sentimientos si es que de ellos hay hambre.

Tú en ese instante

En un instante despertarás de tu joven letargo de pantera y comenzarás de nuevo.

Creerás que todo discurrirá como piensas o te han dicho, pero descubrirás que eso no suele ser a menudo cierto, no te aflijas, que los desconciertos no son sólo dramas, también se puede aprender algo de ellos.

Bostezas y, sin darte cuenta, despejas con tus dedos gráciles ese velo imaginario que tapa tu rostro para que pueda ser visto, es tan bello, qué aún malhumorado o con gesto duro, es un espejo plateado que refleja el suave viento que mece los inmensos campos de lavanda que abundan en los jardines de detrás de tu ventana.

31 mayo, 2023
Rosa María Blanco

1 comentario en «Reflexiones, de Rosa María Blanco»

Deja un comentario