¿Qué me lo vas a quitar porque lleva tu apellido?…
Que pronto se te ha olvidado que lo dejaste dormido,
en una cuna de rosas y de lirios encendidos.
Allí pasó calenturas, enfermedades y frío.
Yo lo arropo con ternura, le digo que tú has venido,
le miento, lo caliento con mi brío.
Lloro a escondidas, que no escuche mi sollozo,
me oculto sin respirar, disimulo, mi corazón roto está,
cuando un padre que no es hombre coge la puerta y se va.
Con dos años lo dejaste,
no se me puede olvidar porque era Navidad.
¿Qué me lo vas a quitar?… antes me tienes que matar.
Como una loba parida con colmillos de la rabia
te puedo despedazar.
El que lleve tu apellido o no…a mí, lo mismo me da.
¿Qué me lo vas a quitar?
Aunque las leyes te amparen yo me sabré defender.
Lo que dejaste en la cuna es mío, de Dios y de él.
Rafael Pantoja Antúnez
Uno de mis favoritos. Me recuerda cuando el padre de mis hijos me abandonó por otra, me aferre a mis niños como esta madre, me dije, nadie me los va a quitar, saldré adelante. Gracias a Dios todopoderoso, trabajando duro y criando a mis hijos. Mi hogar roto fue restaurado por Dios y dos años mas tarde conocí al amor de mi vida. Su hogar estaba roto también, nos casamos, el con 2 y yo con 2, ahora eran 4 hijos. El Señor multiplicó nuestra familia y ahora son 4 hijos y 6 nietos. El plan de Dios es perfecto. Por eso madre, nunca abandones tus cachorros, pues son un regalo de Dios, y todos con un destino mas allá de nuestras expectativas.
Qué razón tienes y mis sobrinos no han podido tener mejor madre, y sé perfectamente todos los sacrificios y el esfuerzo que has tenido que hacer para sacarlos adelante. Por eso, Dios te ha recompensado con un hombre bueno con el que has formado una maravillosa familia que adoramos. Hermanita, no puedo estar más orgullosa, te quiero mucho.
Muchas gracias, he tenido buenos ejemplos de buenas madres en nuestra familia, he aprendido de vosotras.
Un poema con mucha fuerza y muy Lorquiano.
Que suerte tuviste con tener a un padre que escribiera tan bien y con tanta sensibilidad.
Intenso y temperamental, con mucha garra para recitar.