Una sola noche contigo,
una sola noche a tu lado,
para demostrarte lo que yo te he querido,
para recuperar el tiempo pasado.
En todos estos años te he soñado.
No dejé nunca de imaginarme tus caricias,
aquéllas que yo siempre he deseado.
Amor, ahora que de nuevo te he encontrado,
déjame beberme tu pasión
hasta, quedar saciado y embriagado,
hasta, poder oír latir un sólo corazón.
Que el tiempo se pare y no transcurra…
Yo ya he desperdiciado parte de mi vida,
que quede esta escena parada y suspendida.
Te amo, ya formas parte de mi ser.
Hoy, cuando por fin tú me has amado
no quiero analizar ni comprender,
sólo sentir, no quiero ser ni humano.
Que la pasión nos lleve a la locura
y que no deje nunca de adorarte.
Que el tiempo se pare y no transcurra…
22 diciembre, 1998
Ana María Pantoja Blanco
Cuánta pasión, es un poema muy hermoso.
Historia de una pasión desbordada, que afortunado.
Hermosas y apasionadas letras!