El amor cuando llega la tarde

Cuando llega la tarde el amor es un tesoro que brilla con una luz diferente, más tranquila y reflexiva. Distinta al apasionado amor de la juventud, pero dotado de su propia belleza y profundidad. Más sereno y profundo cuando está basado en el respeto mutuo, la comprensión y la experiencia compartida.

En ese amor buscamos seguridad, compañía – porque la soledad no elegida no es nunca buena -, apoyo, ilusión y ganas de vivir.

Un amor en el que se encuentren la memoria y la complicidad para recordar juntos tiempos pasados en conversaciones largas, siempre oportunas, buscando gestos cariñosos que nos hagan más fuertes.

Y, sobre todo, pensar que nunca es tarde, no importa la edad. Siempre puede haber una persona especial esperándonos, mantén continuamente tus puertas y ventanas abiertas.

Baudelaire afirmó que “el amor es el anhelo de salir de uno mismo” en una búsqueda constante de conexión y trascendencia.

Enamorarse después de los sesenta es difícil, cada uno carga con sus hábitos, manías e, incluso, con sus mascotas. Y, por supuesto, con esos vicios ocultos que son nuestros achaques con sus respectivas pérdidas físicas y emocionales.

El enfrentamiento con las familias en muchas ocasiones es inevitable. Nos podemos encontrar con hijos mirando con ojeriza al forastero que no soportan, esperando para echarlo cuando su padre o madre falten, pensando que, en ese momento, les va a faltar tiempo para expulsar al usurpador.

Sí queremos consolidar la relación, tenemos que plantear a nuestra pareja, con valentía y honradez, nuestras prioritarias necesidades y preocupaciones, dándole más energía a nuestros sueños que a nuestros miedos. No se donde leí que “sólo las personas que se atreven a ir demasiado lejos logran descubrir hasta donde pueden llegar”.

Y, es básico adaptar nuestras rutinas y costumbres, con gran empatía y el mayor de los respetos, para que queden afirmadas nuestras diferentes autoestimas.

En esta etapa de la vida las personas suelen tener una mayor claridad sobre lo que desean y necesitan en una convivencia, y poseen una madurez emocional que puede enriquecer mucho las conexiones amorosas.

A esta edad, las expectativas pueden ser más realistas y se valora más la calidad del tiempo que se pasa juntos. Además, es un período donde se tiene más sabiduría y paciencia para resolver conflictos con una comunicación más abierta y honesta.

La intimidad puede adquirir un nuevo significado, enfocándose más en la conexión emocional y menos en las expectativas físicas.

En resumen, el amor después de los sesenta años, si se superan los inevitables obstáculos emocionales, puede ser una experiencia extraordinaria y muy enriquecedora. Una maravillosa oportunidad para vivir una relación plena y auténtica, llena de cariño y comprensión.

¿Qué piensas tú sobre el amor en esta etapa de la vida?

20 enero, 2025
Ana María Pantoja Blanco

Y me viene a cuento compartiros este bello poema compuesto por Serrat para una de sus canciones:

Llegar a viejo

Si se llevasen el miedo y nos dejasen lo bailado
para enfrentar el presente.
Si se llegase entrenado y con ánimos suficientes.

Y después de darlo todo en justa correspondencia
todo estuviese pagado.
Y el carné de jubilado abriese todas las puertas.

Quizá, llegar a viejo sería más llevadero.
Más confortable, más duradero.

Si el ayer no se olvidase tan aprisa.
Si tuviesen más cuidado en dónde pisan.

Si se viviese entre amigos que, al menos, de vez en cuando
pasasen una pelota.
Si el cansancio y la derrota no supiesen tan amargo.

Si fuesen poniendo luces en el camino, a medida
que el corazón se acobarda.
Y los ángeles de la guarda diesen señales de vida

Quizá, llegar a viejo sería más razonable,
más apacible, más transitable.

Ay, si la veteranía fuese un grado,
si no se llegase huérfano a ese trago.

Si tuviese más ventajas y menos inconvenientes.
Si el alma se apasionase, el cuerpo se alborotase
y las piernas respondiesen.

Y del pedazo de cielo reservado, para cuando
toca entregar el equipo,
repartiesen anticipos a los más necesitados

Quizá, llegar a viejo sería todo un progreso,
un buen remate, un final con beso.

En lugar de arrinconarlos en la historia
convertidos en fantasmas con memoria.

Si no estuviese tan oscuro a la vuelta de la esquina.
O simplemente, si todos entendiésemos que todos
llevamos un viejo encima.

Joan Manuel Serrat (1987)

Podéis escuchar la canción AQUI

1 comentario en «El amor cuando llega la tarde»

  1. El amor es maravilloso y necesario a cualquier edad, venga de tu pareja, de tus hijos, de tu familia o de tus amigos, una bendición que enriquece nuestras vidas.
    Me ha gustado mucho tu reseña, muy esperanzadora.

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