(Pinturas de Oswaldo Guayasamín, de su serie “La edad de la ira” y «De la ira a la ternura»)
Dominado por la Ira
Ira desenfrenada que no puedes controlar,
dominadora de tus cinco sentidos, ira envenenada
que practica en ti su control mental…
Hombre sin voluntad de conducta endiablada.
Ira que te transforma en un ser sin humanidad
como máquina aterradora que empieza a actuar,
leviatán enloquecido de salvaje y brutal actividad.
Luego te arrepientes, la pena te asfixia y te agobia,
pero, tú no puedes evitar el mal…
Vuelves a caer, como poseído por la crueldad.
¿Qué podrías hacer para desterrar al demonio aquél
que te tiene esclavo para hacer el mal?
¿Cómo vencería tu ángel de nobleza al demonio aquél,
qué exorcismo te liberaría de ese impulso animal?
Sufres en silencio, lloras, reclamas ayuda,
suplicas socorro por esta tortura…
Quieres desvestir de ese insufrible odio tu alma,
que quede desnuda, desnuda y humana.
13 enero, 1999
Ana María Pantoja Blanco
Monstruos de la ira
Hasta aquí se han apropiado de mi voz de pájaro asustado,
de la aurora y las últimas amapolas del aullido.
Hasta aquí, los nombres que me fueron vedados
todo lo intrascendente y común
las fiebres y los hombres que me amaron.
Hasta aquí, la noche reciente
la lumbre sobre las sábanas raídas,
la coartada, las fieras del desamor,
la feliz caricatura del enemigo, sus escaramuzas,
el alimento de cada día sobre una mesa inexistente.
Hasta aquí, todo el mal que me han hecho
y el que procuran hacerme,
las interminables tabletas, los insomnios.
Hasta aquí, la soledad y la engalanada tristeza,
las ideas fijas, la muerte,
los ahorcados, las voces.
Hasta aquí, yo misma… hasta aquí, la paranoia.
Maribel Feliú Gómez, nace en Holguín en 1963, Cuba. Poeta y Narradora.
La ira es terrible si no la puedes controlar. Una persona presa de ira es capaz de cualquier barbaridad, eso me da más miedo que otra cosa.